Estrés en plantas

ESTRÉS BIÓTICO
Es el resultado de interacciones dañinas con otros organismos vivos. Estos organismos incluyen patógenos como bacterias, hongos y virus, así como herbívoros, plantas parásitas y competidoras. (Redalyc, 2017)
Causas del estrés biótico
- Patógenos
- Insectos
- Nematodos
- Plantas parásitas
- Competencia

ESTRÉS ABIÓTICO
Es causado por factores no vivos en el medio ambiente que afectan negativamente el crecimiento, desarrollo y productividad de las plantas, estos factores incluyen estrés hídrico, térmico, salino, lumínico, por nutrientes y mecánico. (Intagri, 2023)
Causas del estrés abiótico: Hay diferentes tipos de estrés que forman las causas:
- Estrés hídrico
- Estrés térmico
- Estrés salino
- Estrés lumínico
- Estrés por nutrientes
- Estrés mecánico
- Defensas físicas: Algunas plantas tienen barreras físicas como espinas, tricomas y paredes celulares gruesas que dificultan el ataque de patógenos y herbívoros.
- Defensas químicas: Las plantas pueden producir compuestos químicos que repelen a los herbívoros, inhiben el crecimiento de patógenos o alertan a otras plantas sobre el peligro
- Respuestas sistémicas: Cuando una planta es atacada, puede activar respuestas sistémicas que alertan a otras partes de la planta y la preparan para defenderse. (Redalyc, 2017)
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Ajustes osmóticos: Las plantas pueden acumular solutos en sus células para reducir su potencial hídrico y mantener la turgencia en condiciones de sequía o salinidad.
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Producción de proteínas de choque térmico: Estas proteínas ayudan a proteger las proteínas celulares del daño causado por altas temperaturas.
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Acumulación de antioxidantes: Los antioxidantes ayudan a proteger las células del daño oxidativo causado por el estrés lumínico y otros factores.
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Cierre de estomas: El cierre de estomas reduce la pérdida de agua por transpiración en condiciones de sequía.
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Desarrollo de raíces profundas: El desarrollo de raíces profundas ayuda a las plantas a acceder al agua en el suelo en condiciones de sequía. (Intagri, 2023)
Selección de variedades resistentes: El uso de variedades de plantas que son resistentes a patógenos y plagas es una forma efectiva de reducir el estrés biótico.
Prácticas culturales: Las prácticas culturales como la rotación de cultivos, el control de malezas y el saneamiento pueden ayudar a reducir la incidencia de enfermedades y plagas.
Control biológico: El uso de enemigos naturales de plagas y patógenos puede ayudar a controlar las poblaciones de estos organismos dañinos.
Control químico: El uso de pesticidas y fungicidas puede ser necesario en algunos casos para controlar enfermedades y plagas, pero debe hacerse con precaución para evitar dañar el medio ambiente y la salud humana.
Riego adecuado: El riego adecuado es esencial para prevenir el estrés hídrico. Drenaje adecuado: El drenaje adecuado es esencial para prevenir el estrés por anegamiento. Fertilización equilibrada: La fertilización equilibrada asegura que las plantas tengan acceso a los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse. Uso de protectores solares: Los protectores solares pueden ayudar a proteger las plantas del daño causado por el exceso de luz. Mejora del suelo: La mejora del suelo puede ayudar a mejorar la disponibilidad de agua y nutrientes para las plantas. Selección de variedades tolerantes: El
uso de variedades de plantas que son tolerantes al estrés abiótico es
una forma efectiva de reducir los efectos negativos de estos factores.